Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha | страница 47
–Eso ―dijo don Quijote― no tiene que ver conmigo, pues ando siempre bien vestido y jamás remendado[129]; roto bien podría ser, pero más debido a las armas que al paso del tiempo.
–En cuanto a la valentía y hazañas ―siguió Sancho― hay diferentes opiniones: unos dicen que es loco, pero gracioso; otros, que valiente pero desgraciado; otros, cortés pero impertinente.
–Mira, Sancho ―dijo don Quijote―, la virtud siempre es perseguida. Pocos hombres famosos se han librado de ello. A Julio César, prudente y valiente capitán, lo criticaban de ambicioso; de Alejandro decían que era algo borracho, y así de otros muchos. Por tanto, si has acabado, dejemos pasar estas mentiras sobre mí.
–Ahí está el problema ―dijo Sancho.
–¿Aún hay más? ―preguntó don Quijote.
–Aún queda algo por contar ―contestó Sancho―. Pero si vuestra merced quiere conocer las mentiras que por ahí andan, yo le traeré a quien se las cuente todas. Es el bachiller[130] Sansón Carrasco, que viene de estudiar de Salamanca, y dice que ya está en libros la historia de vuestra merced, con el nombre de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Dice que también me mencionan a mí con mi nombre de Sancho Panza y a la señora Dulcinea del Toboso. Se cuentan otras cosas que pasamos juntos y que no entiendo cómo las pudo saber el historiador que las escribió.
–Yo te aseguro, Sancho ―dijo don Quijote―, que debe de ser algún sabio encantador el autor de nuestra historia, pues ellos lo saben todo.
–¡Ya lo creo que era sabio y encantador pues, según este Sansón Carrasco, el autor de la historia se llama Cide Hamete Berenjena[131]!
–Ese nombre es de moro ―respondió don Quijote.
–Eso será ―dijo Sancho―, porque he oído decir que a los moros les gustan mucho las berenjenas. Y si vuestra merced desea saber algo más y quiere que venga aquí el bachiller, iré por él ahora mismo.
–Me agradará mucho, amigo ―dijo don Quijote―; que me tiene sorprendido lo que me has dicho, y no me quedaré tranquilo hasta que sea informado de todo.
Sancho dejó a su señor y se fue a buscar al bachiller.
Capítulo II
La conversación entre don Quijote, Sancho y el bachiller
Don Quijote recibió a Carrasco con mucha cortesía. Era el bachiller un hombre no muy grande de cuerpo, aunque se llamaba Sansón, y de buen entendimiento. Tendría unos veinticinco años, era de cara redonda, nariz chata y boca grande. Le gustaban las burlas y al ver a don Quijote se puso de rodillas y le dijo: